
Un estudio realizado por un equipo de la prestigiosa London School of Economics sostiene que los hombres que son infieles a sus parejas presentan un coeficiente intelectual más bajo que aquellos que no lo hacen y mantienen la monogamia.
El trabajo, cuyas conclusiones fueron publicadas en la revista especializada 'Social Psychology Quarterly', analiza dos grandes bases de datos de Estados Unidos, una sobre salud adolescente y otra de carácter social en las que se midieron diferentes comportamientos y el coeficiente intelectual tanto en edad adulta como en niños.
Tras comparar minuciosamente los resultados de ambos estudios, observaron que las personas que daban importancia a la fidelidad sexual en una relación tenían coeficiente más alto.
Como explicó el autor de este estudio, Satoshi Kanazawa, en declaraciones a la cadena londinense BBC, "los hombres inteligentes son más propensos a valorar la exclusividad sexual", un comportamiento que se considera una señal de la evolución de la especie.
A su juicio, a lo largo de la historia, los hombres siempre fueron "relativamente polígamos", por lo que una relación monogámica supone una "novedad evolutiva", en oposición al hombre primitivo, que era propenso a la promiscuidad.
El autor señala que eso se debe a que las personas más inteligentes serían más abiertas a nuevas ideas y, al mismo tiempo, se cuestionan más los dogmas. De hecho, Kanazawa reconoce que "las personas inteligentes son menos propensas a creer en Dios o a tener puntos de vista conservadores".
Pese a estas conclusiones, el autor del estudio asegura que estos resultados no se pueden aplicar a las mujeres ya que "ellas siempre fueron relativamente monógamas y, por lo tanto, esto no supone una evolución".
Informe: La Vanguardia, especial para Clarín del 4/02/2010.
El trabajo, cuyas conclusiones fueron publicadas en la revista especializada 'Social Psychology Quarterly', analiza dos grandes bases de datos de Estados Unidos, una sobre salud adolescente y otra de carácter social en las que se midieron diferentes comportamientos y el coeficiente intelectual tanto en edad adulta como en niños.
Tras comparar minuciosamente los resultados de ambos estudios, observaron que las personas que daban importancia a la fidelidad sexual en una relación tenían coeficiente más alto.
Como explicó el autor de este estudio, Satoshi Kanazawa, en declaraciones a la cadena londinense BBC, "los hombres inteligentes son más propensos a valorar la exclusividad sexual", un comportamiento que se considera una señal de la evolución de la especie.
A su juicio, a lo largo de la historia, los hombres siempre fueron "relativamente polígamos", por lo que una relación monogámica supone una "novedad evolutiva", en oposición al hombre primitivo, que era propenso a la promiscuidad.
El autor señala que eso se debe a que las personas más inteligentes serían más abiertas a nuevas ideas y, al mismo tiempo, se cuestionan más los dogmas. De hecho, Kanazawa reconoce que "las personas inteligentes son menos propensas a creer en Dios o a tener puntos de vista conservadores".
Pese a estas conclusiones, el autor del estudio asegura que estos resultados no se pueden aplicar a las mujeres ya que "ellas siempre fueron relativamente monógamas y, por lo tanto, esto no supone una evolución".
Informe: La Vanguardia, especial para Clarín del 4/02/2010.
Es un poco arriesgado afirmar que la infidelidad está sujeta al coeficiente más bajo de inteligencia. Se olvidan que tiene gran importancia el ambiente cultural y familiar en las que han desarrollado su personalidad. Al fin y al cabo, no dejan de ser estudios triviales, que no nos ayudan por el momento a que todos tiendan a ser fieles.
ResponderEliminarAgradezco tu aportación a mi blog.
Un abrazo
Sor.Cecilia Codina Masachs O.P