sábado, 12 de diciembre de 2009

Sentencia por Crímenes de lesa humanidad en Argentina

El ex titular del Tercer Cuerpo del Ejército, Luciano Benjamín Menéndez, de 82 años, fue condenado este viernes y se le revocó la prisión domiciliaria que cumplía. El fallo fue unánime por los delitos de privación ilegítima de la libertad; imposición de tormentos; lesiones gravísimas y homicidio calificado por ensañamiento y alevosía.

Condenado hoy a prisión perpetua y deberá volver a una cárcel común, al revocarsele la prisión domiciliaria que cumplía, según el veredicto del juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en Córdoba durante la dictadura militar.

El Tribunal Oral Federal 1, en un fallo unánime, declaró a Menéndez "coautor mediato" de los delitos de privación ilegítima de la libertad calificada (9 hechos); imposición de tormentos (10 hechos); lesiones gravísimas (1 hecho) y homicidio calificado por ensañamiento, alevosía y por el concurso de una pluralidad de partícipes (1 hecho).

En todos los casos, los delitos son calificados y agravados y en concurso real, en tanto que el veredicto añade la ’inhabilitación absoluta perpetua, accesorias legales y costas.

Para este juicio, que había comenzado el 20 de octubre pasado, se acumularon tres causas (Albareda, Morales y Moyano) y el único beneficiado con la absolución de los cargos, del total de seis imputados, fue el ex suboficial mayor de la policía provincial, Calixto Flores.

La condena perpetua y revocatoria de la prisión domiciliaria alcanzó también al jefe de la policía provincial durante estos hechos represivos, el coronel (r) Rodolfo Campos, por los delitos de ’privación ilegítima de la libertad, imposición de tormentos y homicidio calificado.

El tribunal de enjuiciamiento aplicó la misma condena y por idénticos delitos al ex comisario mayor (r) Armando Cejas y al comisario Hugo Britos.

En el caso del ex policía Miguel Angel Gómez, alias el ’gato’ o el ’sargento’, de 62 años, considerado uno de los temibles torturadores de la D2 (Departamento de Informaciones Policiles) recibió la sentencia de 16 años de prisión y se dispuso su inmediata detención.

Esa mañana, al hacer uso de la palabra, como es habitual en los juicios, Menéndez había reivindicado el accionar represivo, al sostener que se combatía un régimen comunista ruso que se había instalado en toda América Latina.

Fuente: Télam

Cuando la Justicia es demaciado rápida, peca de parcialidad ya que los jueces están influenciados por la indignación popular.
Cuando es demaciado lenta, sus sentencias son ineficaces porque pierden el sentido de equidad, reparación social y justo castigo.
El tiempo transcurrido entre el hecho dañino y la sentencia que restaura el orden social, es el que da la última palabra al pueblo, a la hora de sopesar los hechos y las sanciones.

Nunca es tarde para condenar crímenes de lesa humanidad, lo lamentable es que las instituciones del Estado hayan tenido que tardar tantos años para restaurar el orden social frente a estos hechos.

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