viernes, 13 de noviembre de 2009

La Prudencia se quedó en casa

Es comun ver en las calles de mi ciudad, familias enteras montadas a su moto, zigzagueando entre los automóviles, cruzando los semáforos a duras penas, tanto a la izquierda como a la derecha del carril.
En su mayoría son jóvenes que justifican la asuncion de los riesgos, en la economía de gastos, en el manejo de los horarios, en la imposibilidad de dejar a los niños con alguien en casa...
Solo cuando sufren un accidente ven las consecuencias reales del riesgo que habían asumido, y se golpean el pecho insultando las alturas por la desgracia.
¿Hasta donde es prudente asumir un riesgo?
¿Saben los jóvenes que existe un patrón valorativo donde priorizar sus vidas y sus amores, por sobre todo lo demás?
¿Donde quedó la madre de todas las virtudes y la gran protectora de nuestra supervivencia?
¿Han oído hablar alguna vez, en boca de sus mayores, de lo bueno que es seguir los caminos de LA PRUDENCIA?
Sobre la desgracia y el excarmiento que les da la vida por las acciones insensatas, es muy dificil educar y evangelizar.
Doy gracias a Dios por quienes, pensando éstas cuitas desde su rol social, han logrado dar una voz de "alto y prohibido", para salvar tantas vidas regidas por la imprudencia.
La Cámara de Diputados de San Juan aprobó ayer por unanimidad un proyecto que prohíbe transportar a menores de 10 años y que circulen las embarazadas en motos y ciclomotores en el ámbito de la provincia.
Gracias Señor, por esta luz en el camino, en protección de nuestros hermanos imprudentes.
Espero que de ese modo, ya no se deje la prudencia en casa y esté presente en los bagayos que llevamos todo los días, en nuestro diario caminar.

5 comentarios:

  1. En ciertos aspectos soy bastante consentidora con mis hijos, pero a lo que rotundamente me niego, es a comparles "armas", entre ellas una moto. Las considero terroríficas y mortales. Buen post.

    Un gusto conocerte.

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  2. Siempre tuve terror a las motos, tengo dos hijos ya adultos y casados, pero cuando eran un par de adolscentes, luche mucho para que no estuvieran en moto, les explique lo peligoso que era y a Dios gracias nos obedecieron a su padre y a mi que siempre fui las más nerviosa sobre los peligros.- Estoy de acuerdo con Aeronauta, cuando dice que son "armas, terroríficas y mortales.

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  3. ¡Hola! vine a retribuirte la visita.
    Por supuesto que volveré.
    El otro día, en Buenos Aires y en una calle muy circulada, había un papá que llevaba ¡3 niños en su bicicleta!... Uno era bien chiquito y dos más de 7 u 8 años.
    Una cosa impresionante.
    Sería triste que aprenda cuando tenga un accidente.
    Un abrazo.

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  4. Hace un tiempo escribí un post en el cual comentaba y alababa a una mamá que llevaba casco ella y sus hijitos cuando los buscaba en moto de la escuela.
    (Parece que por la ley que citás, no los puede llevar porque son menores de diez.)
    Pero, hablando con un verdulero que la cruzaba todos los días en la zona del mercado, me contó lo imprudente que era para cruzar los autos. Tenés razón en pedir PRUDENCIA, pero esta no llega por una ley sino por la convicción de hacer las cosas como corresponde.
    Bendiciones.-

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  5. Tiene razón Padre. La Prudencia es una virtud a la que llegamos con hábitos de conducta inspirados desde la cautela, sensatez y moderación.
    Pero cuando los adultos a cargo de menores no actuan con prudencia, debemos como sociedad, ponerles las limitaciones necesarias para evitar mayores riesgos en los que estan a su cuidado.
    Para eso deben promulgarse las leyes, no para favorecer a minorias desnaturalizadas... pero eso es harina de otro costal... y tema de otro post.
    Gracias por visitar este blog. Considerese en su casa, porque es el blog de mis amigos.

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