lunes, 5 de abril de 2010

La apatía en los estudiantes

Se llevan materias y desisten de rendirlas.

La nueva modalidad que encontraron los alumnos para eludir el sacrificio por el estudio inquieta a los directivos de los centros educativos, como a todos los adultos consientes. No son pocos los estudiantes que desistieron de rendir en diciembre o marzo los exámenes de las materias reprobadas durante el año. Aumentan los casos de jóvenes que se presentaron solos o con sus padres para informar a la escuela sobre su “opción” de repetir el curso, tanto en colegios públicos como secundarios.

Sin esfuerzo no hay futuro. ¿Qué puede estar pasando con esos adolescentes y cuáles podrían ser las causas de la apatía?

Para algunos la cuestión tiene que ver con todo un contexto sociocultural donde la cultura del esfuerzo se va perdiendo. Como ahora la escuela secundaria es obligatoria y en definitiva el banco no está más en juego, ya no es necesario esforzarse tanto para no perder el lugar en la institución.

Existe una “mirada pesimista” y de “baja autoestima” de los alumnos sobre sí mismos y de los padres sobre sus propios hijos acerca de los resultados que se pueden obtener mediante el esfuerzo. Es como decir para qué, si no voy a poder; hay en cierta forma un espíritu de frustración.

Si no los mueve la avidez por el conocimiento, la posibilidad de perder a sus compañeros de curso tampoco parece ser un estímulo para intentar eximirse. Los chicos hoy tienen bastante potencial para crear nuevas redes de vinculación. Más allá de que en el momento pueden tener una angustia grande, ahora son más abiertos a relacionarse rápidamente, así que ése no es un impedimento.

Existe un lado perverso en las políticas educativas desacertadas. Por intentar retener a los alumnos en el secundario se implementan políticas que “tienen un contrasentido garrafal”, ya que en lugar de incentivar mediante el otorgamiento de becas, el pago del colectivo o la compra de libros al alumno que estudia y trata de salir adelante, se “premia” en sentido inverso. El caso ejemplificador es el de Corrientes, donde una madre se enojó con la directora porque hizo pasar de año a dos de sus hijos y no iba a recibir el aporte económico otorgado a los repetidores.

Hace un tiempo el plan de becas nacionales tenía como condición que el chico no hubiera repetido, mientras que hoy al que repite una sola vez, se le sigue sosteniendo la beca. Tiene que haber un incentivo diferente para aquel chico que estudia, que saca buenas notas, que no se lleva materias, porque si se lo pone en las mismas condiciones que aquel que recibe becas pero no hace nada por superarse, terminará desalentándose por la injusticia.

¿De que sirve el esfuerzo y el tesón en los estudios, si se consigue lo mismo vagando?. Este es el Reino del Revés, donde el que se esmera y estudia, no se lleva materias y tiene buenas notas, es el mermo, el imbécil, el botón, el sonso que no sabe sacarle el jugo a la vida.

Los jóvenes están muy solos. Tienen padres muy adolescentes en sus actitudes, no están con sus hijos en todo el año, pero aparecen cuando hay que cuestionar las notas a fin de año. Esas actitudes adolescentes reafirman la inseguridad del propio hijo.

Esta nueva conducta es un síntoma más de un nivel de enseñanza con serias dificultades. El secundario -ahora obligatorio- desvela a los responsables de la educación que tienen el ineludible desafío de encontrar modelos tendientes no sólo a retener al joven sino a mejorar la calidad de este tramo de la enseñanza.

Y los padres debemos ser padres activos, presentes, colaboradores y guías en la educación de nuestros hijos. Hoy más que nunca, donde los sistemas tradicionales se están cayendo a pedazos.

2 comentarios:

  1. Quizás ante la ausencia de los padres, de la que se sienten culpables, el bajar la exigencia es una compensación.

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  2. Hola Lili, es verdad lo que decís, yo que vengo en colectivo de llevar y traer a mi hijito del cole, en la distancia que recorremos suben chicos de varias escuelas, y realmente me quedo asombrada el poco interés que tienen por la escuela, es más parece ser más "popular" el que más materias se lleva. Te digo seguramente te pasa o pasó con tus hijos, esta edad (de la secundaria) de por sí es muy difícil, pero creo yo que es culpa de los padres,hasta donde uno le suelta la rienda, como te comenté en otra oportunidad, lamentablemente hay ya dos generaciones perdidas, mientras exista cumbia, Tinelli, Boca, River, Chevrolet,y Ricardo Fort..., y la otra el sistema educativo, que no ofrece nada evidentemente que los entusiasme. Mis hijos tengo la bendición que van al Colegio Don Bosco, donde el sistema salesiano, parece funcionar muy bien.A veces me afloja el muchacho de 14 que no quiere ir pero tampoco pone resistencia, le entusiasma estar en el colegio donde los profesores caminan a la par de los alumnos y no adelante, lo mismo es con los padres, ni adelante ni ATRÁS, y como decía mi abuela al árbol hay que enderezarlo de chico, pero si el tutor está torcido..... Un abrazo enorme para tu familia y tu hermano.

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