Todo comienza cuando el hombre toma conocimiento de que la mujer con la que tuvo relaciones amorosas, tuvo un bebé.La posibilidad de que sea su hijo se instala en su vida. Las dudas que en un comienzo son aplacadas con trabajo y demoras, con el tiempo se tornan acuciantes, porque la idea de ser padre lo conmociona.
La duda se va instalando como un interrogante y por ultimo genera una necesidad imperiosa de saber la verdad.
La ciencia nos da los medios para que las dudas se disipen y se confirme o niegue la paternidad, haciendo el examen de ADN con las formalidades que sean necesarias.
Si la madre se niega a permitir la realización del examen del menor el hombre podrá:
1 - Enviar una carta documento intimando la realización de examen de ADN del menor para determinar la paternidad, invocando los derechos de identidad del menor y de su presumible paternidad. Se debe consignar el laboratorio, lugar, día y hora de realización.
2 - Ante la ausencia de la madre y el menor, el paso que sigue es Iniciar Medidas preparatorias para una posterior demanda de Reconocimiento de Paternidad Presunta, donde el examen de ADN solicitado al juez es una medida preliminar imprescindible para la posterior demanda.
3 - En el caso con una orden judicial, se logrará realizar el examen, dado que el derecho a la identidad del menor está por sobre toda negativa materna.
Por último, si el juez no ordena el examen de ADN por falta de pruebas que funden a su criterio la presumible paternidad del actor, con dicha acción judicial, deslindó toda futura responsabilidad, frente a posibles reclamos posteriores de la madre del menor.
Gracias por explicarnos ese sinsabor de la duda de la paternidad. Ciertamente que en estos casos la justicia parece tenerlo todo previsto, mi pregunta es¿Ésta resolución sirve sólo para Argentina o cada país hace alternativas distintas , diría yo muy dispares?.
ResponderEliminarCon ternura
Sor.Cecilia
Cada país tiene su legislación, sobre los derechos y deberes civiles.
ResponderEliminarTanto es así que hoy en Argentina se esta promoviendo en el Congreso un proyecto de ley que reconocería el matrimonio gay y el derecho de adopción para los consortes masculinos.
Cosa que tengo entendido ya está vigente en España, en Suecia, Canadá, holanda y EEUU.
Nos toca a nosotros hoy hacer frente a este planteo donde se privilegian los intereses individuales de unos pocos, sobre la mayoría de los ciudadanos que se verá agraviada en sus valoraciones familiares y sociales.