sábado, 11 de febrero de 2012

Una historia que merece ser contada

La triste historia del hombre que negó el saludo nazi.


Hamburgo. Se llamaba August Landmesser y en 1936, en pleno auge del nazismo, este hombre decidió negar el saludo nazi. ¿Por qué? Detrás hay una conmovedora historia que hoy vuelve a la retina gracias a que el blog Senrimonchi (creado para facilitar las tareas de socorro tras el terremoto de Japón en marzo de 2011) ha recuperado la imagen de Landmesser y ha dado la vuelta al mundo.

Durante la botadura de un buque de la marina alemana, una multitud de personas se congregó en Hamburgo. Mientras todos levantaban su brazo para hacer el saludo nazi, uno de ellos se quedó con sus brazos cruzados.

Sin embargo, no fue hasta el año 1991 cuando una de sus hijas identificó a este hombre como August Landmesser, un trabajador del astillero de Hamburgo.

Landmesser tenía detrás una conmovedora y desgarradora historia para no realizar el saludo. Aunque fue del Partido Nazi desde 1931 y hasta 1935, fue expulsado por haberse casado con una mujer judía, Irma Eckler.

Con ella tuvo dos hijas y fue por ello por lo que le metieron en la cárcel por “deshonrar a la raza”. De Irma, se cree que fue detenida por la Gestapo y metida en la prisión de Hamburgo y sus hijas (Ingrid e Irene) separadas.

A Ingrid se le permitió vivir con su abuela materna, mientras que Irene fue llevada a un orfanato y más tarde adoptada por una familia.

Una vez que Landmesser salió de prisión en 1941 fue enviado a la guerra, aunque pronto se le declaró como desaparecido en combate y se le dio por muerto, tal y como publica ‘The Washington Post’.

Fuente: Elmundo.es

Llegué a esta historia, por mi amiga Séptima Luna, que supo compartirla en su sitio. Esta valentía merece ser honrada con el reconocimiento y el recuerdo, de las presentes generaciones como de las futuras.
La memoria y los actos de valentía y heroísmo, son tesoros que deben conservar los pueblos, para transitar los caminos hacia una más sabia civilización.

2 comentarios:

  1. Así es. Realmente actos como este merecen estar grabados a fuego en nuestras memorias, pues resistir y luchar contra un régimen tan poderoso como el nacional socialismo tiene mucho mérito.

    No puedo dejar de mencionar y hacer un humilde homenaje a Franz Reinish entre estos mártires. Él fue un sacerdote austriaco que fuera decapitado por no jurar a la bandera nazi.

    Gracias por tu entrada.

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  2. En extricto rigor, el fue sentenciado a muerte por no ir a la guerra cuando era una ley obligatoria acudir cuando lo llaman. Es la misma ley que tambien tenian los aliados , solo que es menos mencionado.

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